Un Café, mi café...
El aroma del café, muy bien tendió en mi
mesa,
no habla de cosas vanas, si no de todas las
ganas;
De usar de servilleta solo nuestros labios,
de endulzar con el latir del corazón...
De brindar con la mirada perdida en el
otro.
El café que yo sirvo, trae aparejado
silencio,
el respeto del saber escuchar, de compartir
sujetando la mano, apuntalando el alma...
Aconsejando si puedo.
Mi café se cuece lento con amor y
sentimiento,
con las letras del momento, lo que se carga
dentro...
es inundar la estancia con amor y
sentimiento
labrando sobre el mantel; Lo portado, y...
Ha lo que da...
M.A.B
Te tomas el café?
Autor: Miguel Ángel Biscuso
Derechos®
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