Dejaré
Que
las hojas del otoño aniden cálidas
cual
palomas en el rocío de Septiembre,
que la
magia de los sueños se hagan hechos
conjugado
en miradas y caricias anheladas.
Dejaré
que tus manos sean palomas anidando
en los
pliegues de mis sueños, los de niño,
los de
hombre acontecidos por la vida
Poesía espontanea de Miguel, una noche de tantas felices
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