Anclado en un rincón
de mi espesura,
descubrí en el claro límpido
de tu mirada
velas blancas,
horizontes plenos de ternura.
Setiembres de rosales
golondrinas
son los soles que en
nuestros días venideros
nos despertaran risueños al alba clara
para trazar nuestro propio sendero.
Velas blancas y las
almas muy en calma
sabiendo que el tiempo
hace su juego
mientras sembramos fértil el terreno
del futuro en nuestros
corazones.
M.A.B
Velas blancas y tu
alma, mi buen puerto…
Autor: Miguel Ángel Biscuso
Derechos®
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